No sólo se trata de titulares y modas, sino de una avalancha de adaptaciones y cambios, decisivos para la competitividad de las instituciones educativas.

Por Serapio Cazana

El reciente informe Inteligencia artificial y otras aplicaciones digitales para la educación, realizado por Neurometrics y EDURED, es solo la punta del iceberg de un gran trabajo todavía pendiente en el Perú.

Los jugadores ya salieron de sus marcas

A inicios de año, el gobierno estadounidense anunció una joint venture de 500,000 millones de dólares entre las empresas OpenAI, Oracle y SoftBank. Días después, la Comisión Europea presentó un fondo exclusivo de 200,000 millones de euros para el desarrollo de inteligencia artificial (IA). Estas millonarias inversiones confirman el papel decisivo de esta tecnología en el desarrollo y la competitividad de los países (De la Sotilla, J., 2025; Croet, C., 2025).

Estos anuncios solo aceleran una tendencia que ya venía en marcha, especialmente desde el lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022. En el Perú, no estamos en condiciones de desarrollar esta potentísima tecnología, pero sí podemos identificar el lugar estratégico que podríamos ocupar dentro de todo el circuito. Uno de estos puntos clave es el factor humano. Al contrario de lo que se podría pensar, la IA no significará la obsolescencia del trabajo humano, sino que impulsará una migración hacia nuevas ocupaciones, distintas a las labores habituales. Dicho de manera más sencilla, se trata de entender cómo mejorar nuestro trabajo actual, qué tareas ya no es necesario realizar y, sobre todo, qué nuevas actividades se pueden llevar a cabo con la IA y de qué otras maneras.

Las organizaciones del sector público y privado deben actualizarse sobre la marcha, ofreciendo capacitaciones y asesorías específicas para proyectos dentro de sus actividades y objetivos. Sin embargo, esta reacción, aunque necesaria, no debe perder de vista el contexto más amplio. El objetivo es identificar los puntos clave para una estrategia tanto sectorial como a nivel nacional. Uno de esos puntos fundamentales es la educación básica regular.

Las mejores trincheras son las aulas

La niñez posee tanto la habilidad como la motivación para hacer maravillas con un teléfono que cuente suficientes megas y memoria. En décadas anteriores el desafío clave para la integración de la tecnología eran las computadoras, el equipamiento de los laboratorios de cómputo, las redes físicas y, en buena medida, siguen siendo relevantes. Sin embargo, en la actualidad, el factor determinante es saber utilizar y el saber pensar con la lógica de los aplicativos digitales, muchos de los cuales ya están integrando la AI en sus diversas funciones.

Para aprovechar ese enorme potencial, es importante trabajar en la intersección entre los estudiantes y la tecnología: los docentes de la educación básica regular. A menudo, nos encontramos con colegas que manifiestan cierto temor ante el poder cautivador de la tecnología en los estudiantes. Estos, en muchos casos, han desarrollado una tendencia hacia la mecanización y el automatismo en la realización de sus deberes. Por ejemplo, suelen entregar trabajos que cumplen con la mayoría de las especificaciones de las rúbricas, pero gran parte del contenido—texto, imágenes, estructura—es generado mediante herramientas como ChatGPT, Gemini, Bing, Copilot, entre otras. El gran reto consiste en que los docentes no solo utilicen la IA para investigar y elaborar productos educativos tradicionales, sino también para fomentar actividades que requieran un nivel cognitivo más alto.

Incluso si hacemos lo mismo pensamos diferente

El aprendizaje del manejo de las herramientas digitales es solo una parte de las acciones necesarias; lo principal es la actitud del docente frente a la tecnología. Un acercamiento con curiosidad y pasión resulta sumamente pertinente. La razón es que no se trata solo de contar con herramientas más poderosas para hacer lo mismo más rápido, sino de una innovación cognitiva, de una nueva lógica para entender los problemas.

Algunas destrezas irán cediendo espacio a otras, al igual que la habilidad de escribir a mano con buena caligrafía dio paso a la necesidad de redactar resúmenes en una pantalla táctil. Muchas de las habilidades escolares que hoy se buscan desarrollar podrían quedar obsoletas en tres o cuatro años. Si bien algunas escuelas y países, como Francia y Suecia, están volviendo al lápiz y el papel, esto representa solo una pausa para replantear su estrategia pedagógica. Sin embargo, si no responden pronto, corren el riesgo de quedar rezagados en comparación con los países asiáticos, como China, Singapur y Taiwán.

Sálvese quien pueda adaptarse

La IA, más que una ola, es una avalancha. Y más que enseñar destrezas tradicionales, es necesario orientar el desarrollo de capacidades diferentes, como nuevas formas de analizar y enfrentar problemas y desafíos con la lógica de los algoritmos.

En ese sentido, resulta fundamental considerar el vínculo entre los estudiantes y la tecnología: las escuelas. Si bien no es la única intersección, oficialmente es la más decisiva. ¿Qué piensan los docentes sobre la tecnología? ¿Qué aplicaciones o programas usan en el aula? ¿Qué tipo de actividades realizan con teléfonos y tabletas? A partir de estos diagnósticos, se pueden diseñar capacitaciones y políticas públicas realmente eficaces para la transformación digital y la integración de la IA en el Perú.

Por ello, el estudio Inteligencia artificial y otras aplicaciones digitales para la educación es tan relevante, ya que ha contado con la participación de más de 1,000 docentes, tanto del sector público como del privado. La encuesta muestra percepciones y, en cierto modo, actitudes hacia la tecnología digital. El siguiente nivel de investigación podría centrarse en la recopilación y análisis de datos cuantitativos, incluyendo acciones reales en el aula, medición de aprendizajes y evaluación de competencias.

Sin embargo, lo más probable es que las estrategias y planes generales tarden en implementarse, mientras que las instituciones, de manera individual, ya están respondiendo. Pronto, la transformación digital y la IA se consolidarán como un nuevo factor de competitividad en la oferta educativa del nivel básico regular.

Fuentes:

Croet, Cynthia (2025). La UE movilizará 200.000 millones de euros para invertir en IA tras haberse quedado rezagada. Recuperado de: https://es.euronews.com/next/2025/02/11/la-ue-movilizara-200000-millones-de-euros-para-invertir-en-ia

De la Sotilla, Javier (2025). Trump anuncia el proyecto de IA Stargate, valorado en 500.000 millones de dólares. La Vanguardia. Recuperado de: https://www.lavanguardia.com/internacional/20250122/10307062/trump-anuncia-sam-altman-proyecto-ia-valorado-500-000-millones-dolares.html

Neurometrics & Edured (2024). Inteligencia artificial y otras aplicaciones digitales para la educación. Recuperado de: https://edugestion.pe/wp-content/uploads/2024/12/Reporte-EDURED-Version-final.pdf